lunes, 10 de marzo de 2014

Ver para creer



Si no lo veo, no lo creo. Me parece mentira lo que he vivido hoy pero, casi me alegro de que haya pasado, aunque nunca imaginé que pudiese ser tan pronto.

A pesar de lo inocente que consideraba a mi tierna niña, hoy me ha dado una lección interesante además de dos vueltas de tuerca.

Cuando he ido a recogerla del cole, ha bajado su tutora, con ganas de hablar conmigo para comentarme una pequeña anécdota que había sucedido en clase de inglés.

Después de pasar toda la semana preguntándole si tenía deberes pendientes, si le quedaba algo más por hacer, que no le faltase nada, estudiando para el examen de recuperación y yendo a la academia casi todos los días; aún hemos patinado.

Resulta que el viernes debía tener unos ejercicios de inglés acabados pero, parece ser que por el despiste de la semana de tantos sucesos interesantes, se le pasó y no los hizo.

Entonces la "teacher" le puso una nota informativa para que los padres supiésemos que le había faltado trabajo por hacer. Pero, al llegar hoy a clase, se ha dado cuenta de que esa nota no la había entregado en casa y, cuando la "teacher" se la ha pedido, su solución ha sido... firmar por mí.

Sí, tal y como suena, ha intentado falsificar mi firma. Con tan mala suerte que era evidente que era su letra porque parecía que las letras estaban bailando la conga y acababa mezclando minúsculas con mayúsculas.¡¡¡Un "show"!!!

Entonces, ante la sorpresa de la "teacher", ha guardado la nota y se la ha enseñado a la tutora para confirmar que no era la letra de la madre la que aparecía bajo el espacio de la firma. ¿qué tipo de madre habrá pensado que soy para que mi hija haga eso?, o ¿que madre creería que soy para hacer esa letra?. No quiero ni pensar lo que habrán pensado las profesoras, porque las caras que hemos puesto hoy todos eran de foto.

 Si es que esta niña mía no tiene desperdicio, me las hace de todos los colores.

Así que la niña que no tiene audacia para resolver problemas de matemáticas, sí los tiene para desenvolverse e intentar salir airosa en los de la vida real. Aún no tengo claro si debo sentirme orgullosa, si debo pensar que es un acto inocente o si tengo una timadora en potencia viviendo bajo mi techo.

Nunca había hecho nada parecido, pero ha llegado a dejarnos a todos con la boca abierta sin dar crédito a lo sucedido. lo más que había llegado a hacer era esconder las fichas de trabajos del colegio y fingir no saber si tenía algo. Porque, claro, hasta ahora creíamos que era despiste, pero ahora tengo claro de que era a conciencia. ¡¡¡Menudo morro!!!

Sea como fuere, tengo claro que por muy crudas que se las vea en la vida, hará todo lo que esté en su mano para que "le vaya bonito".

Creo que esta noche soñaré con la nota del cole y con una máquina de falsificar dinero, eso como poco.

Hoy una anécdota que  no me atrevo a clasificar bajo ningún calificativo. Pero ahí os dejo una nueva experiencia.

Gracias por estar ahí.

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