martes, 18 de marzo de 2014

Feliz día del padre



19 de Marzo: se celebra el día del padre. Y a ellos van dedicadas hoy mis humildes palabras.

GRACIAS a todos los hombres que comparten la hazaña de criar y educar a los niños sean o no suyos, porque sin su ayuda y apoyo, las mujeres seríamos armas sin fuerza y corazones rotos aunque enmendados por los besos de sus hijos, pero con heridas sin cicatrizar.

PAPÁ es una palabra de gran envergadura, de manera que quien se vista con ella debe saber hacer honor a la consigna que luce, porque "padre" puede ser cualquiera, pero "papá" es un título que solo algunos merecen.

POR pasar noches velando mis sueños, y compartir junto a mi "mamá" sus lágrimas, sus angustias y sus momentos de dolor hacia mí; haces que el calor de tu corazón sea la manta que me cobija en los momentos de inseguridad y miedo y me dé la fuerza para defenderme.

ESTAR hoy contigo es el mejor regalo que puedo ofrecerte por el momento, y espero sea el que más ilusión te hace, pero recuerda cuánto me quieres si en algún otro momento te hago, sin querer, llorar.

SIEMPRE quiero que seas parte de mi vida aunque en algunos momentos no lo aparente;así que nunca lo olvides aunque yo, en algunos días no lo recuerde.

A verte mayor llegaré un día y, recordaremos muchos momentos vividos juntos, tanto buenos como malos y, esos días serán los que más nos echemos de menos, porque cuando vaya andando tu camino, entenderé las piedras que te hicieron daño y cuales de ellas dejé yo caer sin intención de herirte.

MI vida no habría sido la misma sin tus consejos directrices, sin tus exigencias perfeccionistas  y sin tus ratos de juego y complicidad conmigo, aunque a veces me quedaran grandes, siempre buscando hacer de mí una persona perfecta.

LADO a lado y codo con codo seguiremos luchando por ver sonreir a quien da su vida por nosotros, para que siempre seamos felices y que, por muy mayor que me haga, seguire llamando "mamá".

TE echaré de menos cada día que la vida se me ponga terca y no se deje dominar, y tenga que recurrir a la memoria de tus consejos de superación, tus miradas de apoyo y tus abrazos de consuelo; porque sólo de ellos podré sacar la fuerza para seguir luchando.

QUIERO que nunca olvides estas palabras, porque entre ellas se cobija el enorme sentimiento que emano hacia tí.

Seas o no seas quien me dio la vida, seguro que eres tú la otra parte que me está enseñando a vivirla; por eso te mereces que te diga cuánto te quiero, Papá.

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