domingo, 9 de marzo de 2014

¿piojos? NO, gracias.



A dos meses de uno de los momentos más importantes de su vida: el día de su Primera Comunión;nos enfrentamos a un capítulo de pediculosis ( Rocío ha cogido piojos).

Esta mañana ha amanecido con picor de cabeza y yo le decía que era del sol de ayer del campo y de la tierra que el aire repartía mientras jugaban.

Y ya esta tarde, cuando ha empezado otra vez a quejarse, le he mirado la cabeza y....¡¡¡teníamos compañía!!! He encontrado varias liendres adheridas a sus cabellos pero, ante mi asombro, todas estaban muertas.

La verdad es que Rocío nunca ha sido víctima de la pediculosis, sólo una vez le encontré un piojo merodeando por su cabeza y nunca ha llegado a tener liendres vivas. Cuando le he encontrado algún piojo vivo, se lo he eliminado y ahí acabó la historia del piojo que intentó acampar en el cuero cabelludo de mi niña.

Mi curiosidad es tal que, hay compañeras de su colegio que han tenido piojos de forma repetida y reincidente en periodos muy breves de tiempo; además han sido las niñas con las que ella más contacto directo tenía y, para rizar más el rizo, se hacían hasta intercambios de diademas durante el tiempo de patio y Rocío nunca ha tenido piojos.

La verdad es que es de agradecer que nunca le haya pasado ningún episodio de pediculosis, porque hoy cuando le he dicho que por primera vez tenía piojos, mejor habría sido que me hubiese callado.

Primero me ha preguntado que qué era eso de los piojos, porque cuando alguna compañera tenía, faltaba a clase un día o dos hasta que eliminase todo rastro, y ella nunca había podido dejar de ir al cole por ese motivo y, la verdad es que se enfadaba por no tener ella también esa "excusa".

Cuando le he dicho que los piojos eran bichitos tan pequeños como la cabeza de una hormiga y que vivían en la cabeza de la gente y que sus bebés crecían pegados al pelo hasta que se hacían mayores.

¡¡¡Cómo se me ha ocurrido!!! Ante tamaña barbarie, Rocío ha empezado a dar gritos como una histérica y a decirme: ¡¡¡quítamelo!!!, ¡¡¡yo no quiero tener eso en mi cabeza!!!, ¡¡¡me pica mucho!!!, ¡¡¡no me toques!!!.

Por suerte, y como ya he dicho, todas estaban muertas y sólo he encontrado un piojo vivo que, una vez eliminado, ya no he vuelto a ver ni rastro de nada.

Nunca le pongo nada para tratar este problema y siento curiosidad de porqué no sobreviven en ella si supuestamente son débiles en defensas por las atrofias del órgano timo, o ¿estará tan vacunada que se ha creado un sistema inmune ante la pediculosis?

No sé cuál será el motivo de este éxito, pero es algo que admiro en ella: auto-elimina los piojos.

Esta ha sido mi confesión y reflexión de hoy. ¿curioso verdad? Pues nada, otro detalle más.

Gracias por estar ahí a tod@s.

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