Espero que en el blog de hoy, alguien
se sientan identificad@, porque esta es una de las facetas que menos
me gustan de mi hija.
El viernes tuvimos dentista para Paula
y en los veinte minutos que estuvimos en consulta sin parar de hablar
de Paula, ella interrumpió la conversación cuatro veces.
Por más que le repita que “cuando
los mayores hablan, los pequeños se callan” y por más que le
regañe cuando interrumpe para preguntar tonterías, como la hora,
qué vamos a cenar, si va a venir alguien a casa o dónde vamos a ir
después; siempre tiene que interrumpir las conversaciones ajenas a
ella.
Desde pequeña, le gustaba tener a
gente en casa aunque ella luego se fuese a ver los dibujos al cuarto.
Después fue haciéndose a la gente, se hizo muy sociable y, hasta
el día de hoy, que sólo quiere estar rodeada de amigos, dando igual
la edad que tengan.
No lleva bien no ser el centro de
atención, necesita estar siempre con todo el mundo pendiente de
ella, y que todos nos preocupemos por ella: siempre lo suyo tiene que
ser lo más importante.
Es increíble la habilidad que tiene
para ver las cosas llamativas que hacen los demás, pero para pillar
las cosas del cole nos cuesta un poco más. Además empieza a
entrometerse en las cosas que no le corresponden y, cuando se
organiza todo para que ella pueda compartir la actividad contigo,
los cinco minutos ya se ha cansado y se te va para otro lado.
Para estudiar, debe estar acompañada,
para no descentrarse, y así va hablando de todo lo que se le cruce
por la mente, pero podemos controlarlo porque se expresa y la
podemos redirigir su atención. Cuando Rocío no habla, no sé lo que
hay en sus pensamientos, entonces si yo interactúo con ella y la
hago ser física y mentalmente colaboradora con la tarea que estamos
trabajando.
Cuando estamos con otras personas y
ella interactúa para llamar la atención, no tengo claro lo que pasa
dentro de su cabecita, ni porqué lo hace exactamente, pero poco a
poco, conseguiremos descubrirlo.
Lo cierto es que estamos evolucionando
mucho; que la estabilidad familiar que tenemos ahora la está
ayudando mucho, por eso espero que consigamos unos buenos hábitos,
y que su competitividad con Paula (su hermana pequeña), la lleve a
luchar por ser cada día mejor que el anterior y dar de sí
cualidades de calidades que ella misma no sabe aún que posee, pero
que la ayudaremos a descubrir.
Como en cada publicación, gracias por
estar ahí y compartir este momento.
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