lunes, 14 de abril de 2014

Aroma de vacaciones



Hemos tenido un día acelerado pero desestresante  Aquí hacemos para estos días una especie de bollo que se llama "fogaseta" y se come el Lunes de Mona, que es el inmediato después del Domingo de Resurrección.
Yo tengo por costumbre hacerles las "fogasetas" cada año, y me encanta compartir ese momento de amasar, hacer las bolitas para que fermenten, y nos lo pasamos poniéndole el azúcar por encima, porque acamos muy pringadas y goloseando más de la cuenta. Me encanta esta sensación de que las vacaciones están a la vuelta de la esquina.

Mañana van todos los niños de excursión a un parque que hay cerca del cole y se llevarán sus "bollos fogasetas" para almorzar y jugar con juegos de toda la vida, de esos que no necesitan pilas, ni pantallas, ni internet, ni nada que se le parezca.

Será un gran día para todos porque es uno de los momentos en los que todos, tanto  niños como mayores, se dedican a ser niños y a disfrutar del día, de la compañía y de los demás.

Espero que disfruten todos mucho porque ha sido un trimestre muy pesado y necesitan liberar tensiones y jugar y sentir que tienen dos semanas de vacaciones por delante para descansar y cargar las pilas, de manera que estén a cien por cien en la recta final del curso.

Para irnos con buen sabor de boca, Rocío ha sacado un 5 en su examen de Conocimiento del Medio, está contentísima porque dice que Cono es muy difícil y que casi todos los niños de la academia suspenden y ella ha aprobado.

No puedo pretender que sea consciente de nada de su Comunión estando tan interesada en que las cosas del cole le salgan bien, me conformo con que disfrute esa día, que las notas sean satisfactorias y que sepa disfrutar de sus amigas, porque vuelve a echar de menos a su amiga que está lejos.

Qué complejo es ser mamá e intentar que todo sea perfecto para todos. Hace veinte años pensaba en lo difícil que era ser hija y cuántos errores no cometería en un futuro, pero aún no sabía lo que significaba ser madre y hoy entiendo tantas cosas; tantas como las que no entiendo desde el punto de vista de abuela, pero supongo que aún tendrán que pasar otros veinte años más para entenderlas.

Lo difícil que es entender los roles que aún no hemos desempeñado, pero es imperdonable olvidar cuáles eran nuestras prioridades y deseos cuando nos vestíamos con esos hábitos que ya nos quedaron pequeños.

Desempolvemos esos trajes pequeños y disfrutemos con nuestros niños como ellos se merecen y de toda la vida que aún nos queda por vivir. Y  con esta frase tan llena de ilusión y buena fe, os doy las gracias por vuestra paciencia y por seguir al otro lado.

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