lunes, 19 de mayo de 2014

Al salir de clase

¡¡¡Cuántas cosas nuevas en tan poco tiempo!!! Después del jarro de agua fría que recibí de la doctora de rehabilitación , me quedaba hablar con la directora del colegio,  para intentar una coordinación entre los profesores y yo, para no perder el hilo de las clases por cada asignatura.



Yo no conocia a Miriam,  la directora actual del centro,  nada más que de hablar una vez con ella en el pasillo,  pero tiene bastantes ideas frescas para el centro,  aunque los principios siempre son difíciles.

Le consulté si Rocío estaba propuesta para repetir, y me dijo que, en principio no, pero debía acabar el trimestre con la misma lucha que había llevado durante todo el curso, no hay que bajar la guardia.

No dejarme vencer por el cansancio es algo que debe formar parte de mi día a día. Hay que luchar sin final, sin que el ánimo te venza, sin que se hunda la moral, sin dejar de amar un propósito y un fin.

Muy cortésmente, Miriam nos explicó que los niños reciben las clases de "refuerzo" durante  las horas de clase de las asignaturas consideradas "troncales" o lo que es lo mismo, consideradas las más importantes. Parece no tener sentido sacar a los niños de las clases principales para reforzarles su educación y sus conocimientos básicos, pero si suspenden tres de estas asignaturas "troncales", repetirán curso.

No soy muy lista pero, esta forma de proceder me hace pensar que lo que se busca es que en las clases más importantes, puedan prescindir de los niños que puedan frenar las clases y retrasar a sus compañeros. Pero ¿cómo recuperan los niños esas horas?; ¿no sería más fácil que perdiesen horas con asignaturas menos importantes?

Desde luego, estoy deseando que Rocío pase a quinto, porque le quitaré la hora de Religión, para intentar que su "asignatura alternativa" sea recurrida por logopedia, que le está yendo genial su proceso, y es algo que no quiero quitarle, pero tampoco quiero que ese refuerzo la aisle o la desvincule de sus obligaciones para con el aula con sus compañeros, porque no siente interés a lo que conlleva ser alumno de una clase como se debe entender propiamente.

Estamos trabajando día a día el razonamiento para llegar al aprendizaje; me sigo negando a la memorización. No sé si podré abordarlo todo, pero no dejaré de intentarlo por activa y por pasiva en todos los sentidos. Desde las primeras tareas de la mañana hasta el remate final de los trabajos de casa; con ánimos, con rigidez, con  rigidez, con apoyo y sin consentimientos, pero siempre con mucho amor.

Gracias por leer estas palabras y espero que cada una sirva de aliento a quienes se sientan caer como me he sentido yo, y necesite volver a levantarse como he necesitado yo.

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