jueves, 15 de mayo de 2014

Agua fría.




Esta mañana he sacado a Rocío del cole al acabar la primera hora de clase para llevarla al médico. Este invierno rompió unas zapatillas tipo "converse" de la parte interior. Me fui fijando bien y descubrí que hundía los pies hacia adentro, y antes no se lo percibía. No tengo claro si antes no tenía ese problema, si lo tenía y ahora se le ha agravado o si , al ir a clase de baile, se le corregía con los ejercicios que hacía.

Hasta el año pasado que daba clases de ballet, se quejaba continuamente de dolor de piernas y, muchas noches le tenía que poner bolsitas de agua caliente para calmarle el malestar, pero todo se lo achacaba a que podrían ser agujetas. Ahora llego a pensar que con el baile, estábamos actuando contra la naturaleza de su propia fisionomía.

El resultado de la consulta, después de una meticulosa inspección por parte de la  doctora de rehabilitación, ha sido que, además de hundir los pies hacia adentro, tenía la columna desviada. Para saber el nivel de gravedad que pueda tener en su columna, hay que hacerle unas placas de rayos x, y en las piernas también.

Sé  que esta no es la situación más grave que ha vivido Rocío, pero hoy me ha pillado con la guardia baja. Quizás quiero ya poner punto final a la suma de problemáticas nuevas, pero la vida me demuestra que  cada día me pondrá el listón un poco más alto a ver si consigo superarlo.

Para  mí hoy ha sido un jarro de agua fría, mucho. Tenemos ahora unos especialistas nuevos: los de rehabilitación, y los de rayos o traumatología; no sé dónde iremos a parar, pero cada día tengo menos ganas de cosas nuevas.y no quiero ni pensar en todas las novedades que aún me esperan por el camino.

Hoy ya no tengo ganas de seguir escribiendo; me faltan fuerzas. Mañana espero estar en mejores condiciones, aunque después de dejar a las niñas en clase, tengo cita con la directora del centro para ver cómo se va a enfocar el final de curso con el profesorado como se presenta. Así que mañana, otra historia nueva. Destaparé la caja de Pandora y...¡a ver qué sale!

Gracias por estar al otro lado y lamento mi estado de ánimo. Hoy no os enseñaré nada; sólo abocaré sobre estas líneas mi desconsuelo. Hasta siempre.

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